Si eres fan de Pokémon seguro que ya conoces la historia de Pokémon Sol/Luna, en la cual comenzamos una nueva y fantástica aventura en la colorida y cálida Alola. Si no es así, esta teoría no tendrá sentido para ti, y te hará tragar más de un spoiler, por lo que te recomiendo parar aquí.
¿Eh? ¿Sigues leyendo? Vale.
Es importante matizar que esto es solo una teoría inventada por mi y sin ningún argumento de peso que la constate, por lo que ya desde primeras aceptad que no es canon para absolutamente nada. Simplemente os la cuento para entreteneros y sacaros una que otra carcajada.
En este juego nos encarnamos en un nuevo protagonista perteneciente a Kanto que, por motivos familiares (al parecer nuestra madre tiene un interés muy grande por esta región, aunque no salga de casa para absolutamente nada, pero bueno, dejaré mi teoría sobre lo que realmente ha venido a visitar para otra ocasión). Conoceremos a Kukui nada más empezar, el profesor pokémon de la región (que, por cierto, tiene un fetiche muy raro con pokémon y BDSM), que nos invitará a visitar la región y enfrentarnos a las pruebas de las islas para, finalmente, proponernos que nos enfrentemos a la Liga Pokémon que está montando.
Pero empecemos por el principio. A lo largo de la historia descubrimos que Kukui ha estado viajando por otras regiones como entrenador pokémon. Incluso se ha enfrentado a la Liga Pokémon, perdiendo inevitablemente.
Analizando Alola, pronto nos damos cuenta que el nivel de los entrenadores no es especialmente alto, salvo casos excepcionales como los Kahuna. Ni siquiera el nieto de uno de ellos, Tilo, es alguien digno de mención. No hay gimnasios, no hay ligas ni ningún reto importante para ser entrenador más allá del peregrinaje, que tiene más de viaje territorial que de lucha pokémon. Por no haber, no hay ni Kahuna en la última isla, y la que se supone que es la líder de prueba de la isla está de fiesta pintando por la región sin preparar su prueba.
Es obvio que en Alola prefieren el veraneo, los hoteles de lujo y hartarse de malasadas. Hasta Raichu ha cambiado de ser un pokémon de combate a un surfista devorador de dulces.
Y, ante este panorama está Kukui, que aún sabiendo esto, decide montar una liga a base de los dos Kahuna más débiles (los de las dos primeras islas), una lider de prueba cuqui y random, y una golfista que prefiere el deporte a ser entrenadora. Os suena tan mal como a mi, espero.
Tras todos los periplos del juego, por fin superamos el recorrido insular y a los "Alto Mando". ¿Y a quién nos encontramos al final del viaje? A Kukui, el artífice de todo esto.
¿Cual es la teoría aquí, Angelmonium?
El sueño de Kukui siempre ha sido convertirse en Campeón de Liga. Sin embargo, tuvo la desdicha de nacer en Alola, la única región del mundo donde la lucha pokémon no es deporte nacional. A pesar de sus esfuerzos por ser un gran entrenador, en este lugar resultaba inútil, porque no tenía ningún reto que lo ayudase a ser reconocido.
Cuando pudo, viajó a otras regiones a intentar ser reconocido, buscar la fama. Intentó combatir en los gimnasios, incluso retó a la Liga, pero no dejaba de ser un entrenador débil que no podía estar a la altura de los entrenadores que llevaban toda una infancia de preparación y muchos más años de experiencia que él en el ámbito del combate pokémon.
Entonces ideó su plan.
Volvió a Alola, la región sin grandes entrenadores en las que podía destacar gracias a la experiencia exterior sin mucha complicación y decidió convertirse en Profesor para tener la oportunidad de, en su momento, poder crear una Liga en su propia región. Pero sería demasiado descarado crearla y autoproclamarse campeón a sí mismo, por lo que le propuso ese puesto a un niño extranjero recién llegado, originario de la gran región que vio nacer y crecer al famoso Red/Rojo. Un crío no podía ser demasiada complicación, más teniendo en cuenta que había empezado a entrenar aquí. Así que bastaba que lograse casi coronarse Líder de la Región, aparecer ante él en el último instante, retarle para cerciorarse de que era digno del título y apalizarlo para justificar ante todo el mundo que, mientras no apareciese nadie más fuerte (y en Alola no contaba con la existencia de ninguna), él tomaría el título. Rápìdo, honroso y aclamado por las masas. Lo que siempre había querido.
Sin embargo, no calculó algo: somos de Kanto, una de las regiones que mejor prepara a sus niños para ser entrenadores, una región donde el nivel es tan alto que puedes quedarte por años enteros en la primera ruta si no eres fuerte y listo. Y, tengamos en cuenta que nuestro héroe tiene once años, y con diez en esta región ya se tiene un pokémon y se inicia en los gimnasios, así que sí teníamos un mínimo de un año de experiencia previa, y por ende, toda la ventaja ante Kukui, que cae derrotado ante nosotros junto a todo su plan, sus sueños y esperanzas.
¿Os ha gustado la teoría? Si es así puede que os traiga más en otra ocasión. ¡Hasta la siguiente!