A pesar de que los videojuegos, por lo general, nos abstraen de la realidad en la que vivimos para llevarnos a mundos de fantasía llenos de cosas imposibles y fascinantes, es innegable que toman como referente e inspiración el mundo real para llevar a cabo sus historias. Y la economía dentro de los videojuegos es una parte tan importante de ellos como lo es en nuestro mundo. Es por ello que en la práctica totalidad de los videojuegos, o al menos en los rpg, hay siempre una moneda de cambio con la que podemos adquirir objetos, pociones, equipamiento o armas.
Cada universo, cada saga, cada historia nos presenta su propia idea de moneda, algunas poco originales, otras más. En esta entrada descubriremos algunas de las más emblemáticas y/o curiosas de la historia de los videojuegos.
Monedas de oro de Mario
Los juegos de Mario son parte intrínseca de los jugadores de los 90'. Raro es el que no ha tenido entre sus manos al menos una vez en la vida un juego del fontanero más famoso de la historia. No por nada tiene el puesto nº1 de la saga más vendida de la historia.
Las monedas en esta saga son parte básica del gameplay, aunque no tienen valor monetario como tal. Simplemente están ahí para destacar un camino poco notorio de otra forma, como bonus en alguna sala oculta, para afanar a nuestro sentido acaparador y, sí, para conseguir una vida extra al conseguir una cierta cantidad de ellas.
Guiles de Final Fantasy
Otra saga parte de la infancia de muchos es Final Fantasy (sobre todo el VII). En esta saga la moneda por excelencia es el Gil. De su aspecto poco se sabe, ya que aparte de la cifra en números y su nombre poca más información tenemos sobre ello. Sin embargo, ¿quién no querría tener un par de guiles en la mano?
Platines de Kingdom Hearts
Y siguiendo con juegos emblemáticos de Square Enix, no podemos olvidarnos de Kingdom Hearts, esa saga donde aniquilamos enemigos con una llave gigante. En ella, la moneda de cambio son unas gemas doradas muy similares a las esferas de experiencia verdes que podemos conseguir golpeando y eliminando enemigos llamadas Platines. Tal vez como moneda en sí no destaque especialmente, pero todo aquel que haya jugado al Kingdom Hearts II les habrá cogido un cariño especial cuando Roxas y sus amigos se esfuerzan por ahorrarlas con trabajos de verano para poder ir a la playa.
Rupias de The legend of Zelda
Las rupias son monedas representadas por cristales de colores en función a su valor, y son la base del sistema monetario en Hyrule. Adquirirlas es, cuanto menos curioso, porque además de poder robárselas a cualquier aldeano cargándote sus pobres jarrones (¿En serio, Link? ¿No podías simplemente meter la mano y sacarlas?) o saqueando cadáveres de enemigos, también pueden aparecer cortando el césped. Sí, césped. E incluso en hierba de islas desérticas donde el ser humano nunca ha puesto el pie. Ojalá fuese así de simple conseguir dinero en el mundo real.
Simoleones de Los Sims
Los Sims es ese simulador social con el cual podemos hacernos la ilusión de convertirnos en todo lo que queramos, vivir en la casa de nuestros sueños, y sí, volvernos millonarios. Y para eso último necesitamos simoleones, la moneda de este juego. Visualmente, a pesar de que apenas se ven en la saga, no difiere de aspecto a los dólares, y su función tampoco es muy distinta al dinero en la vida real: construir, comprar, vender, ahorrarlo... o adquirirlos con cheats. Por algo es un simulador.
Picarats y monedas del Profesor Layton
Si un juego tiene un uso cuanto menos curioso de sus monedas, ese el Layton. En esta saga podemos distinguir dos tipos de monedas: las propias monedas y los Picarats.
Las monedas en este juego podemos conseguirlas a lo largo de la aventura "explorando" (es decir, toqueteando) el escenario. Disgregadas en sitios de los más variopintos podemos hallar a estas escurridizas monedas, las cuales nos servirán para, cuando nos atasquemos en un puzzle, comrpar una pista que nos saque del atolladero. Además, como detalle curiosos, en función a las monedas que tengamos ahorradas el icono que nos indica la cantidad que tenemos de ella variará, pudiendo tener a un pequeño Layton con coronita acomodado sobre una fortuna.
Por otro lado, también cabe destacar los Picarats. No son propiamente una moneda, ya que más bien son puntos de reputación que adquieres al resolver puzzles, pero son necesarios para desbloquear contenido adicional al final de la historia. Así que si quieres hacerte con los extras es mejor esforzarse en conseguir pasarse todos los puzzles posibles a la primera, pues cada fallo descontará Picarats de la cantidad máxima que obtienes de resolverlo.
Anillos de Sonic
En el caso de los juegos de Sonic pasa algo parecido y a la vez distinto a los de Mario. En este juego la "moneda" de juego son anillos. No tienen valor económico, pero son indispensable para sobrevivir. Si un enemigo nos golpea perderemos nuestros valiosos anillos, y si no llevamos ninguno encima... game over. Sí, sospechosamente parecido a la vida real, por desgracia.
Corazones de Kid Icarus
Pero el que se lleva la palma es el sistema monetario de la saga Kid Icarus. En este juego la moneda de cambio son, literalmente, corazones. Corazones que arrancamos a los monstruos enemigos. Corazones que quemamos en un caldero. Visto así tal vez seamos los malos de la historia...
Hay muchas más, por supuesto. Y a vosotros seguro que se os vienen muchos más ejemplos a la cabeza. Compartid en comentarios vuestras monedas de videojuegos favoritas y ampliemos entre todos esta entrada.
¡Hasta la próxima!
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