Puedes dejar tus comentarios en el apartado "buzón de sugerencias"

Y si tienes twitter, Gmail o Yahoo, únete a nuestro mundo.

¡Y no te olvides de disfrutar de mi blog!

jueves, 16 de mayo de 2013

Ella


Ella
Ella ha sido mi luz salvadora que me alumbró cuando estaba perdida en un sendero gris oscuro sin señales de dirección ni visibilidad. Un sendero neblinoso en el que hacía mucho tiempo me habían abandonado unas sombras que había considerado amigas, o al menos, compañeras.
Puede que al principio la relación fuese egoísta: yo necesitaba una luz y ella una compañera, así que nos utilizamos mutuamente para avanzar por ese sendero oscuro. Pero luego se convirtió en algo extraño: aunque hubiese otras luces, yo ya no quería a las demás, no del mismo modo que a ella; y aunque hubiese otros compañeros, ella seguía queriendo acompañarme. La relación tenía sus altibajos, momentos de extrema necesidad, momentos de separación y dolor, pero siempre fue mi luz, y yo su compañera.

Ella hizo por mí más que nadie. Su luz me daba brillo, visión y calor. Y por eso mi deuda es más que eterna y no creo que basten los días de mi vida para compensárselo. Siempre que la necesitaba estaba allí, dispuesta a darme su luz, su calor y su compañía.
Por eso y por más, siempre he sentido la necesidad de devolverle tanto afecto. Quizá por no encontrar una situación demasiado obvia no he podido devolverle tanto, y me he tenido que conformar con entregarle poco a poco, demasiado poco, mi amor por ella. Pero tan poco y tan poco a poco que no tengo la sensación de haber ayudado en absoluto.
Quizá siga siendo así eternamente, pero quiero, necesito, que ella sepa que estaré ahí siempre, que puede ser egoísta y utilizarme un poco de vez en cuando, que me da igual quemarme y hacerme daño con su luz, porque ella me salvó cuando estaba perdida en la oscuridad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario